Vida



Había que seguir el camino, no quedaba de otra, de algún modo llegamos hasta aqui, mirando de frente, observando un sólo camino, sin embargo nos topamos con varias veredas, sin saber a donde nos llevan, recurriendo a la opción de tomar alguna de ellas.

Nos desviamos del camino principal, optamos por una vereda la cual parece nos hará llegar más rápido, ¡vaya sorpresa!, al principio parecía un camino ligero y sin muchos obstáculos pero al avanzar nos encontramos varios caminos, pensamos en regresar pero podría ocasionar aun más pérdida de tiempo, quizá regresar ayude a restablecer las cosas, aun así el tiempo ha pasado y el día se nos va, mejor seguir por la vereda, algunos tropiezos, algunos golpes, algunas espinas.

Claramente la vereda o el camino nos llevan a sorpresas diferentes, como vamos aprendiendo, nos detenemos un poco, observamos a nuestro alrededor, las veredas se multiplican, muchas opciones que tomar, el camino hacia nuestro objetivo final había quedado atrás sin embargo las veredas nos llevarían a ello, y a seguir, respirar, meditar y prepararnos, que este camino lleno de veredas no se acaba.

Comentarios